martes, 15 de abril de 2014

El ciempiés que murió saliendo del interior de una víbora

El hallazgo lo hizo Ljiljana Tomovic, herpetóloga serbia: una joven víbora de cuyo abdomen asomaba una enorme escolopendra o ciempiés. Ofidio y artrópodo estaban, sin ningún género de dudas, en el otro barrio:


Ljiljana tiene una posible explicación del macabro hallazgo. La serpiente se había zampado al ciempiés -enterito y sin masticar, como hacen las serpientes- y este había tratado de encontrar una vía hacia la libertad a mordisco limpio. En algún momento de tan desesperada huida, el ciempiés había exhalado su último aliento, y tomad esto como una metáfora, pues los artrópodos no tienen aliento. Es posible que fuera el veneno de la víbora quien provocara el centipódico deceso.
Por su parte, la serpiente cometió un error de cálculo: "La joven serpiente subestimó de forma importante el tamaño y la fuerza del ciempiés", podemos leer en el breve artículo científico firmado por la herpetóloga y sus colegas. Salta a la vista que no andan descaminados:


Si recordáis la entrada en la que veíamos a una serpiente zampándose a un cocodrilo adulto, parece que los ofidios no suelen pararse a pensar en si el bocado que van a engullir les puede causar problemas de digestión. Precisamente este vídeo, de hace unos años, muestra a una serpiente devorando un enorme ciempiés hembra cargado de retoños:



No debemos olvidar que si las serpientes son predadores, los ciempiés no se quedan atrás. Si no, que les pregunten a los murciélagos venezolanos que suelen formar parte de la dieta de miriápodos gigantes.

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(Vía NBC)

1 comentario:

  1. Impresionante, a eso le llamo tener hambre.

    Vaya que esos bichos sí que no se miden.

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